martes, julio 19

Mi primer día en London

Todo comenzó un viernes 15 de julio, a las ocho y cuarto de la mañana. Cuatro chicas se disponían a cambiar de país y vivir una nueva experiencia, además de suministrar todo tipo de comida a unas amigas hartas del Fish&Chips.

Ahora ya lo cuento en primera persona, que así me vuelvo a meter más en mi papel.

El primer problema con el que nos encontramos fueron las maletas. ¿Cómo metes cuatro maletones enormes en un León? (león=coche de la seat) Pues lo conseguimos a base de empujones paciencia y de ir yo sentada encima de mi propia maletaza tamaño familiar. Una vez en el aeropuerto, embarcamos el equipaje y entramos a la zona de dentro, pero tuvimos que volver a salir porque necesitábamos comprar pastillas curatodo en la farmacia, y solo había una fuera, así que salimos como si acabáramos de llegar de viaje saludando a la gente y mirando a ver si nos habían venido a buscar. El primer show montado.
Después volvimos a entrar, y recordamos que no habíamos comprado nada de alcohol, así que tuvimos que subsanar el error recogiendo dos botellas de Absolute Citricus en una tienda en la que nos recomendaron no beberlo antes de subir al avión, cosa que no teníamos pensada hacer pero siempre va bien que te lo recuerden. El vuelo iba con retraso así que aproveché para pegar los Post-its de la chicarrona del norte, toda la terminal B quedó más que preciosa con papelitos amarillos (lástima que no los vieras!!) Una vez ya montadas en el avión empezó la aventura inglesa, cuando N quiso comprar patatas y en vez de llamarlas por su nombre inglés, chips, ella solo repetía: do you have Lays?? Y al final tuvo que pedir “patatoes”(dicho literalmente) para que la pobre azafata de vuelo la entendiera. Cuando aterrizamos un inglés se me puso a gritar porque en ese país no te dejan encender el móvil hasta que no sales del todo del aeropuerto, pero hombre eso se pone un cartelito pa que una se entere y no hace falta gritar, así no se recibe a los guiris! El aeropuerto de Luton no nos gustó mucho, estaba todo en obras y más bien parecía que era de la edad media o que estaba en ruinas, entre eso y la cara de estirados de algunos ingleses, empezamos a pensar que vaya mundo habíamos elegido para hacer las holidays. Aprovechamos que no era la hora todavía de coger el bus que nos llevaria al centro, para desayunar o comer, según se mire eran la una del medio día (hora española), así que sacamos bocadillos de mortadela, chorizo y queso y al lío, montamos un camping en un plis plas, no se porqué la gente nos miraba todo el rato (seria por la camiseta esa de la boca que llevaba, seguro seguro.. hay que darla de siii!).
Cuando llegamos al centro de la city nos estaban esperando M y M con un gran abrazo y con un hambre que parecía que no habían comido en dos días. Se abalanzaron encima nuestro y encima de los bocadillos que les traíamos de jamón serrano, del weno. Y después de digerirlos, nos guiaron hasta el hostal.
El hostal era otro mundo, no existe nada igual a ese maravilloso lugar que nos acogió todo el viaje. Bendita la hora que pillamos semejante alojamiento!(leer lo anterior en el mayor tono irónico posible) Primero nos dan una habitación en la tercera planta (sin ascensor y con dobles escaleras) y nos dicen que aparecerá una chica para ocupar una cama que sobra en la habitación. Cosa que después de haber reservado una privada, pues te extraña, no?, pero dices va pobre chica no se va a quedar en la calle toa sola. La habitación era dos literas rojas que se movían más que las lombrices en un culo lleno mierda, y con una lavabo (solo la pica de lavarse las manos) en mitad ahi puesto, pam. Así que dejamos allí las maletas, bien cerradas con candados y códigos y nos fuimos hacia casa de M y M a descargar comida. Tres horas mas tarde, diez o doce buses utilizados, con una pedazo de pita auténtica con guindillas en el estómago y su salsa encima del que iva delante en uno de los buses, llegamos al destino. Descargamos toda la comida, que había de todo (tortillas, embutidos, patés, cereales, berberechos, sangría, etc., etc..), y nos fuimos a cenar y a ver a S por Picadilly. Otra hora y media o dos horas mas tarde, estábamos en un McDonals en el que desde la entrada se veía como te vigilaban en el lavabo por miles de cámaras. Después de llenar el estómago, paseamos por todo el centro, nos asaltaron mil personas para que entráramos en sus Clubs, y conocimos a cientos de borrachos que hablaban un inglés peor que el mío de pamplona. En London la gente cena muy temprano a las seis o siete, por lo que a las doce de la noche, es de imaginar que la turca que llevan encima, es bastante gorda, y la peste a alcohol ya ni te cuento. Estuvimos por el Soho, y al final nos reencontramos con S y X que llevaban una guitarra verde de plástico, no preguntes por que. No estuvimos mucho rato más, porque yo no me aguantaba ni de pie, así que volvimos al hotel y conocimos a la nueva inquilina de nuestra habitación, aunque lo único que oímos de ella fue que tosía, la chica estaba durmiendo cuando llegamos y se fue a las 4 de la mañana con todas sus cosas. ¿A dónde? Vete a saber, la gente es mu rara.

Por hoy lo dejo aquí, que estoy cansada y tengo que deshacer la maleta y repartir souvenirs!

Escuchando: La Sonrisa de Julia - Llevo tu voz (aiii cuantos dias sin escuxar a los niños!!)

PD: Felicidades a la niña de Alacant!! Happy happy tu yu