sábado, julio 2

Soñando despierta

Iba caminando por la calle, siempre pensando en algo, con la música bien fuerte para no oír nada más que mis canciones y la mirada perdida en el infinito. Iba soñando que chocaba contigo enfrente de la heladería, mientras tú dejabas caer la tarrina de yogurt sobre mi ropa, yo impactada por tu cuerpo no podía dejar de mirarte. Me pediste perdón y te quedaste mirándome fijamente tú también. Ya no había calle, ni helado, ni frio en mi camiseta. Solo estábamos tú, y yo. Comprendiste lo que pasaba por mi cabeza, no dudaste en cogerme de la mano, sin pronunciar palabra, y empujarme hacia un bar que apareció justo detrás nuestro. Tú ya lo conocías y me guiaste hacia el cuarto de baño sin titubeos, cerraste la puerta y pasaste la barra del cerrojo. Sabía lo que pensabas pero no podía creer que aquello fuera cierto, yo solo paseaba por la calle hace unos segundos y ahora estaba encerrada aquí contigo. Despacio, muy despacio fue como empezaste a desnudarme, dejabas saltar las chispas cada vez que rozabas mi piel y mientras la camiseta pasaba por mi cabeza noté como te deshacías con solo mirarme. Cuando me la quistaste de los ojos tu ya estabas abrazándome y besando mi piel. No sabía como reaccionar, si dejarme llevar o dejar que me mostraras tú todo el fuego que llenaba tu cuerpo. Sentía como ibas bajando por mi pecho, parando donde sabias que tenias que parar, poco a poco llegaste al piercing de mi ombligo, que hiciste tuyo mientras tus manos empezaban a conocer mi pantalón. En el punto más intimo, cuando el compás que nos unía llegaba a su cúspide, alguien empezó a llamar a la puerta, y desperté del sueño en los baños de un bar cualquiera, mientras sonaba Kiss of Life de Sade en mi mp3.

Escuchando: Pastora - Mentira