La caricia de la melancolía

Guardo una caricia bajo la almohada, y cada noche cuando subo a la cama la saco para ver que sigue viviendo bajo la funda. La miro durante unos minutos, y la comparo con la foto que se mantiene a dos centímetros de mi, igual de cerca que te ponías tu al dormir. Intento tocarla pero tengo miedo de que al hacerlo se quede impregnada en mis dedos y desaparezca para siempre. Me hace soñar y recordar cada minuto furtivo que compartimos tú y yo, sin dejar que nadie más formara parte de este juego entre cuerpos que se enredan como sabanas una noche de pesadillas. Recuerdo instantes que fueron eternos y ahora fugaces pasan por mi mente robándome lágrimas y sonrisas, sensaciones diferentes en un momento extraño…

Escuchando: Alejando Sanz - Para que me quieras