lunes, enero 2

Cielo oscuro

Volando bajo el cielo que a veces es tan oscuro que ni la noche puede vencer a su opaca mirada, abrió su mano y entre sus dedos dejó resbalar una estrella. Nadie le había avisado sobre los peligros de tocar tal importante astro, ni sobre el de dejarlo caer tan cerca de su piel. Sufriría quemaduras durante el resto de su vida, y sus manos nunca volverían a brillar, pero no importaba en ese momento nada importaba. Batiendo sus alas con fuerza, vio como la estrella se desvanecía en el infinito dejando de nuevo todo opaco. Una voz surgió tras una nube, y sus palabras no eran más que gemidos de auxilio a los que debería acudir, pero no lo hizo. Un destello al sur hacia señales intermitentes, como queriendo llamar su atención, pero no le hizo caso. Prefirió seguir manteniéndose en el mismo punto, volando, flotando, sin movimiento alguno más que el de las alas que le mantenían con vida en ese cielo.

Escuchando: Damien Rice - Cold Water