lunes, febrero 27

Miedo al fuego

De pequeña siempre me dieron miedo los mecheros. Nunca tuve valor de encender uno. Al girar la rueda lo soltaba por temor a que la llama me pudiera quemar. Aunque supiera que ya están preparados para que no lo hagan. Pim. Cuando llegaba el verano, y con él las fiestas de San Juan, siempre pedía a mi padre que me llevara a tirar petardos. Yo los ponía en algún lugar estratégicamente pensado, y el los encendía. Pam. Luego empezaron a vender trocitos de cuerda que quemabas y hacían de mechero constante, con los que no me daba tanto miedo. Para encender los “Pepe” estiraba el brazo desde lejos y me iba corriendo en cuanto creía que había rozado la mecha. Pum. Cuando empecé a fumar dejaron de darme tanto miedo. El que algo quiere algo le cuesta, y la mecha no me ayudaba con los cigarros. Empezaron a acompañarme a todas partes, mecheros de todo tipo: clippers, zippos, publicitarios… Siempre había por lo menos 3 por mis bolsillos o el bolso. Le perdí miedo al fuego, le perdí miedo a jugar con él.

Hoy dejo de hacerlo. Vacío mi alrededor, y tiro los mecheros.

(no voy a dejar de fumar, no.. es metafórico!!)

Escuchando: Bon Jovi – Linvin' on a prayer



We've got to hold on to what we've got ...
We're half way there - Livin' on a prayer