jueves, marzo 9

El no día

Ni un segundo sin aire más, son los nuevos tiempos. Sin besos que amanecen en sonrisas, pero con sonrisas hasta el atardecer. No es indispensable vivir estancada, y se puede caminar a gatas arrastrando el cuerpo por los pasillos del piso, con pelusas en el corazón, sin aspiradoras ni cepillos antiestáticos. A gatas.

Imagino una botella de vino rondando mi mesa. Sin tapón encorchado, reserva del 93. Hacia solo 10 años que no la probaba. Etiquetas de montaña con nombre extranjero que cuentan momentos de preparación concentrados, como yo quisiera hacer frente a una foto en B/N.

Respiro y me lleno de CO², intoxicando cada molécula sana de mi cuerpo, solo respirando.

En la plaza del pueblo cantaban algo así como “déjame morir”, ni eso me permites con tu sonrisa pícara y lacitos rojos de primavera. En el mercado me miraban mal, cuando me sentaba en la puerta a imaginarte pidiendo medio de manzanas. Mientras, tú divagabas en el color de la piel que tanto se interpuso ante nuestros ojos. Regálame medio de kiwis, que me dan repelús y me llenan de ácidos en forma de pepitas para masticar sin ganas. Sabes bien que siempre jugué a imaginarte en momentos prohibidos, besando el sol mientras mirábamos la luna de noviembre. Me robaste las manos, las palabras y la forma de besar. Ahora te regalo todo mi sentir solo para ti, guardado en el terciopelo del kiwi, por si algún día me da por recogerlo.

Paseando por una calle sin nombre importante, seguiré contemplando las ilusiones de seguir pegada a tu piel. Lloviendo mientras miro fotos despegadas del álbum azul. Tantas veces persiguiendo marrones por ver si tus ojos reflejaban de verdad todos mis miedos y los transformaban en besos de mar.


Trozos extraidos del 08/03/06, "diario del metro" y unas botellas de buen vino italiano con un toque al limoncello

Escuchando: La Sonrisa de Julia - Sonrisas de papel

Y Disfrazando mis palabras
con sonrisas de papel
no conseguiré ocultarles
las heridas de mi piel