viernes, marzo 17

Iridiscencia

Tengo unas letras mágicas guardadas en una ventana. Cuando la abro saltan hacia mis ojos, y se meten dentro de mi pupila formando coros de palabras coincididas. La primera vez que abrí la ventana, miré al horizonte y vi algo extraño a lo lejos. Era como un reflejo de mi edificio, con las mismas ventanas, las mismas cortinas, y yo misma asomada. Me asusté un poco al principio, tuve el impulso de cerrar de golpe, agacharme y cerrar los ojos hasta que aquello despareciera. Pero decidí armarme de valor, salir a la calle con lo puesto, dirigirme hacia ese horizonte nuevo y viejo a la vez, tan parecido a mi minimundo que no podía sacarlo de mi cabeza. Cada metro que recorría era una coincidencia más, cada paso que daba era una historia repetida, cada luna que miraba era un reflejo de alguna ya vista. Conseguí llegar a la puerta del edificio, y me quedé pasmada apreciando el parecido. La misma solidez tambaleante, el mismo color, la misma textura.. pocas eran las diferencias, superficiales. Llamé a la puerta, varias veces y un cocinero abrió por fin al cabo del rato. Vendía morcillas, me dijo. Y yo soy un colibrí, le contesté. Me dejó pasar, subí hasta el 5º. Allí estaba, yo, sola, sin nada en los bolsillos, sin mochila, sin zapatos, y allí estaba el espejo, reflejando justamente lo mismo. Me quedé embelesada durante horas, mirando el reflejo, no se limitaba solo a mi contorno si no a todo mi interior, era mágico. Al cabo del rato empezó a desprender una extraña luz, la iridiscencia* de su reflejo empezó a llenarme de letras, también de algún sonido, se metió dentro de mi cara moviendo cada músculo de ella a su antojo, se metió en mis ojos y se sentó. Cesó la luz, cesó el reflejo, cesó la visita. Volví a mi casa, pensando en todo lo que había pasado, tomé el camino más largo para poder pensar más sobre ello, pero no le encontraba sentido. Como podía existir algo semejante…, tan parecido y tan poderoso…, como podía sobrevivir en esa habitación de una manera tan aparentemente fácil…, como había tardado tanto en descubrirlo… Me metí en mis cuatro paredes, debajo del edredón, debajo de 4 mantas, pensando que cuando despertara todo habría sido un simple sueño. Pero no era así, era real, el espejo existe con su luz y su reflejo, a veces se empaña, a veces lo tengo que limpiar con todas mis fuerzas, pero ahí está siempre colgado de la pared de esa extraña habitación. Y me asomo cada día desde mi casa para ver que sigue enviándome letras, a veces lilas, a veces negras, y ayer me llegaron azules. Me siento afortunada por vivir entre coincidencias, por descubrir y comprender, por ser descubierta y comprendida, afortunada por poder escribir sobre ello, aquí o en alguna libretica.

*Iridiscencia: Las conchas en el mar, por ejemplo, son atrayentes por sus formas, texturas y colores. El efecto visual radiante hallado en el interior de una concha se conoce como iridiscencia y opalescencia, efecto que ocurre cuando contrastan el gris y la luz. Un diseñador podrá lograr iridiscencia si usa gris en las mismas áreas de contraste negro del lustre.




Escuchando: Bon Jovi - She's a mystery


She's a mystery
There's no defense
It's innocence
But she won't let you see
'Cause she's a mystery


PD: No te lo creas mucho ehhh.. que solo es para que quedara bonito :p